En el Hogar Villa María de Nazaret los usuarios/as tienen la mañana ocupada en sus Centros Ocupacionales. Se genera así el valor de la responsabilidad de acudir diariamente y cumplir con sus «obligaciones» desde bien temprano, como si de un trabajo se tratara: aseo personal, desayuno, arreglo de la habitación y salida a por el transporte. Regresan a casa de nuevo a partir del mediodía y en ese momento comienza el ritmo en el Hogar: almuerzo, realización de tareas diarias, supervisión de las mismas y cómo no, talleres de fisio (con actividad en piscina), lectoescritura, hábitos de vida saludable, desarrollo psicomotriz y también se cuanta con una psicóloga que trabaja con ellos/as de manera individual y grupal.
La vida comunitaria está dirigida por los Hermanos Responsables y dos educadores que les acompañan en todo momento. También hay tiempo para el ocio, el descanso y el disfrute de hobbies personales. Para dirigir y orientar esta «sinfonía» de personalidades diversas se cuenta con una herramienta común en todas nuestras Casas: las Asambleas. Es un foro abierto en el que se planifican actividades y toman decisiones aprobadas en consenso por el equipo educativo y el «groso» de los usuarios/as. Aparte es una excelente herramienta para que cada uno abra su corazón, como si de la «caja de Pandora» se tratase, y se cree así un fuerte vínculo fraterno y familiar en el Hogar.