Este pasado jueves no es un jueves cualquiera, es ¡Jueves Santo!. Día de celebrar por todo lo alto que somos comunidad que crece y se enriquece con el amor mutuo.




Querernos debe ser siempre tarea primordial. Amor que siendo auténtico, se vuelve en pasión.
Nuestra pasión es poner en el centro a nuestros/as chicos/as y servirles poniendo lo mejor a su disposición.




A Jesús su pasión por la humanidad le llevó a dar la vida, a lavar los pies a los suyos, a anunciarles dónde debían poner el acento y al hacerles tambalear su fe hecha de normas vacías, en una fe con corazón repleto de amor.



Miremos su ejemplo. Aprendamos su lección. es la lección que planifica nuestra vida sea cual sea nuestro estado y profesión.



¡¡DUC IN ALTUM!! Rememos mar adentro en el sondable mar del servicio y la entrega.




Esperamos que hayan disfrutado las instantáneas de los diferentes monumentos que hemos hecho en los Hogares de Fraternidad Divina Providencia.



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